La visión literaria revolucionaria que sembró las semillas del objetivismo, la filosofía innovadora de Ayn Rand, y que le valió inmediatamente el reconocimiento mundial.
Este clásico moderno es la historia del joven e intransigente arquitecto Howard Roark, cuya integridad era tan inquebrantable como el granito; de Dominique Francon, la mujer exquisitamente bella que amaba apasionadamente a Roark, pero se casó con su peor enemigo; y de la denuncia fanática desatada por una sociedad enfurecida contra un gran creador. Tan fresca hoy como lo era entonces, la provocativa novela de Rand presenta una de las ideas más desafiantes de toda la ficción: que el ego del hombre es la fuente del progreso humano.