Autor: Gilda Cogorno, Pilar Ortiz de Zevallos y Catalina Lohmann
Lima no empezó con la llegada de Pizarro y la fundación de la Ciudad de los Reyes. Importantes culturas prehispánicas se habían desarrollado en su territorio desde épocas antiguas. En el período en que los españoles llegaron a territorio limeño, hacía algunas décadas que los incas habían sometido a los ichma, grupo étnico que controlaba gran parte del valle hasta la llegada de los cusqueños. Los ichma estaban organizados en diferentes curacazgos esparcidos en un rico y variado valle, que supieron usufructuar de manera equilibrada y racional, imprimiendo un carácter sagrado a su relación con la naturaleza. Construyeron importantes centros poblados, de los cuales hoy nos quedan pocos vestigios. Sin embargo, cada vecino de Lima, al leer e ste libro, descubrirá con sorpresa que donde hoy está edificada su vivienda, existía un hermoso bosque de molles o huarangos, se erguía un importante centro ceremonial o circulaba un canal que ahuyentaba al desierto y hacía posible la existencia de una Lima verde y arbolada.