Discutir acerca de que serán de aquí en adelante los espacios de lo público y el privado se vuelve necesario y urgente. No queda mucho tiempo para que las fronteras entre ellos acaben de recomendarse y que lo que vaya a quedar de uno y otro lado tenga que ser enterado de su nuevo lugar, valor y significado.
Lo público en la dimensión específica de su índole estatal, ha sido criticado y adelgazado hasta el delirio, y aún no se termina con el propósito —¡paradójicamente proximista!— de su extinción. Pero lo público no se agota en ese receptáculo desacreditado por sus referencias al Estado, sino que es un espacio que se define y redefine de acuerdo a coordenadas más amplias y en medio de relaciones más densas y heterogéneas.
En este libro de Adrián Gurza Lavalle encontramos una decisión intelectual y vital de no dejar el campo de azar de quienes gusten disponer de él. Se trata de una entrada al tema de lo público no para lamentarse o cantar la bienvenida teórica a cualquier nueva moda internacional, sino para recorrer las definiciones, sus improcedencias recientemente decretadas, las puestas en de suso mágicamente consensuadas, las súbitas armonías que invadieron los recintos académicos y permean los medios de comunicación. No es la primera vez que extravíos de la memoria y reposición de intereses y perspectivas que debilitan instituciones tanto como inauguran procesos de institucionalización en otras direcciones. Este trabajo serio, ambicioso y a profundidad, se encuentra lejano del propósito de dar cuenta de la inmovilidad o la obsolescencia de nuestros medios analíticos; en cambio, la obra toma partido por ir y afrontar lo que se mueve, por interrogar las nuevas razones o refundamentar las razones anteriores.